jueves, 25 de marzo de 2010

AMIGA DESCONOCIDA

Antes de trabajar en la empresa que actualmente trabajo, estuve muchos años,quizás demasiados ,trabajé en otra que tenía el turno de tarde y salía a las diez con lo cual llegaba todos los días a las tantas de la noche,no era un gran trabajo y lo sabía pero él ambiente que había era tan genial que muchos nos quedamos durante años.

Una de las tantas cosas que me gustaba cuando salía era encontrarme con la mismo gente en el autobús, eramos una pequeña gran familia, nos contábamos como nos había ido el día , donde íbamos a pasar la vacaciones, etc.

Recuerdo que mientras esperaba el bus, había en la parada una señora educadisima ,bastante mayor vestida de negro con una toquilla, y siempre acompañada de su carro de la compra.
Mientras yo esperaba a que pasara el siguiente , ella me contaba historias de su vida, que había sido maestra, que tenía una madre de la que tenía que hacerse cargo , que estaba cansada,se estableció entre nosotras una amistad,muchos pasajeros cuando yo salía antes de trabajar y no coincidía con ella me decían que ella preguntaba por mí.
Una vez le pregunté que por que no cogía el autobús conmigo ya que era invierno y se iba a quedar helada, me decía que no , que prefería coger el siguiente porque el conductor le dejaba subir con el carro.
Te echo de menos amiga anónima, echo de menos tus historias y comentar como está el país ahora.
Aunque yo descubrí mucho tiempo antes la verdad sobre tu vida , te echo de menos porque eras feliz contándome tus dulces mentiras, todos tenemos derecho a inventarnos una vida si eso nos hace un poquito más felices y no hacemos daño a nadie.
Un beso muy grande estés donde estés

4 comentarios:

  1. es una historia algo melancólica, pero bonita. ese tipo de gente sencilla es la que a mí me gusta, incluso aunque puedan decir alguna mentirijilla...

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  2. Wow! Es muy triste inventar una vida que no se tiene...

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  3. belén, hay un premio para ti en la última entrada de mi blog. para animarte a que sigas escribiendo. ;)
    besos!

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  4. Y es que como bien dices, la verdad duele, y las mentiras piadosas nos ayudan, a veces, a seguir adelante.
    Sigue escribiendo,¿eh?.
    Un beso...

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